lunes, 27 de agosto de 2018

VAMOS A CALLEJEAR I (Introducción)




La Asociación Cultural Fernando el Católico y la Oficina de Turismo de Madrigalejo organizaron, dentro de las actividades socioculturales que preceden a la Feria, una visita guiada nocturna llamada “Vamos a Callejear”. Fue una actividad coral, posible gracias a la implicación de un buen número de personas. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento a todos ellos.
Aunque es imposible trasladar hasta estas líneas los momentos, las sorpresas y la espontaneidad que le imprimen cada uno de los partícipes, vamos a ir dejando aquí, de una manera fraccionada, los contenidos de aquella “visita” junto con algunas instantáneas. En esta primera entrega publicamos la introducción.

*El plano y su explicación.

Partimos del siglo XIII. Tras la reconquista del territorio situado entre el Tajo y el Guadiana por Alfonso IX, se configuró un sistema de repoblación basado en la existencia de una ciudad, a la que se concede unos fueros y un amplio término municipal, llamado Alfoz, para que lo dirija y administre. Estos alfoces eran tierra de realengo. Madrigalejo era una pequeña aldea del alfoz de Trujillo, al igual que los pueblos de nuestro entorno (Zorita, Logrosán, Cañamero, Navalvillar de Pela, Acedera, etc.). Desde el S. VIII estas aldeas habían formado parte de Al-Andalus, territorio peninsular ocupado por la civilización islámica y lo más probable es que estuvieran habitadas por bereberes procedentes del norte de África.




En el plano de Madrigalejo que tenemos delante, están señaladas dos áreas concretas, una en marrón oscuro, que corresponde al núcleo que existía antes de 1850, y la otra, de un marrón algo más claro, es la zona que creció entre 1860 y 1915. Digamos que estas dos áreas son las que configuran el centro histórico.

  Todo plano está condicionado por el emplazamiento, lugar concreto en el que se sitúa la población, y la topografía del terreno sobre el que se asienta. En este sentido, hay que destacar los elementos que condicionan el plano en sus orígenes:

1.- El río Ruecas. Los primeros asentamientos del pueblo se hicieron en la orilla izquierda de un amplio meandro descrito por el río, en las proximidades de un vado fácil de salvar mediante unas pasaderas. En el margen derecho se situaban las huertas, con sus norias.

2.- El núcleo originario se sitúa en una pequeña elevación, a cierta distancia del río, donde se establece la Iglesia y las primeras casas de la localidad. El lugar se presta a una fácil defensa y salvaguarda de las riadas. Llama la atención que la parte más próxima al río es la que corresponde a la tabla Caballona y no a las pasaderas. ¿Podemos pensar que el río actúa como foso defensivo? Es posible. Este espacio que estamos analizando queda limitado al este por otra pequeña elevación que, en el futuro, dará lugar a los Barrios Altos.

3.- El resto del plano se desarrolla en un terreno de llanura, sin grandes condicionamientos topográficos hasta llegar a los cerros, lo que permite un trazado rectilíneo de las calles en los sucesivos ensanches.

Análisis  del plano.

La zona más antigua del plano tiene una estructura nuclear casi perfecta, delimitada por calles de trazado irregular. El centro lo constituye la plaza de la Iglesia, de donde salen o confluyen una serie de calles radiales: la calle de la Tabla, la de Gallego Fortuna (San Gregorio), S. Juan y Luisa Fortuna (Mesones). Llama la atención, a primera vista, en esta parte del plano, el trazado irregular de las calles y la relativa abundancia de callejones cerrados, lo que puede deberse a un asentamiento musulmán anterior, ya que, en contraste con el plano de las ciudades romanas, tan organizado y rectilíneo, los núcleos urbanos musulmanes son abigarrados, caóticos y con calles sin salida.



 Las líneas radiales que escapan del núcleo serán ejes de crecimiento porque enlazan o son parte de caminos significativos. El eje horizontal se corresponde con el Camino Real, antigua calzada romana que unía Mérida-Medellín con Toledo-Zaragoza. El camino de Trujillo más ollado saldría del camino real, más o menos a la altura del actual poblado de Fernando V, por donde había otro vado, seguiría dirección Campo Lugar y Abertura, hacia Santa Cruz de la Sierra y Trujillo. Hay que tener en cuenta que entonces no estaba abierto el puerto de Herguijuela. El eje del NE, constituido por la calle de El Rio, conduce directamente al vado de las pasaderas y hacia Zorita y al camino Viejo de Guadalupe, que pasaba por Logrosán y Cañamero.

Entre 1860 y 1915 se hizo el  primer ensanche  con una serie de calles que rodean el centro, dejando amplios espacios en medio, ocupados por olivares o huertos (En el plano, está señalado en marrón claro). Son las calles de El Peral, que sigue la curva del Ruecas, las de Fernando V y Recio, a ambos lados del Camino Real y enlazando esta última con  el camino de Villanueva. Por último, la calle Encobradero, prolongación natural de dicho camino de Villanueva.



La última fase del ensanche del plano se realiza a mediados del siglo XX, de dos maneras: los espacios interiores, que quedaron encerrados con el ensanche de comienzos de siglo, se abren con nuevas calles rectilíneas. Es especialmente original la solución que se dio al espacio comprendido entre la Ermita y la calle de Gallego Fortuna: una plaza (de Felipe II) de la que salen 5 radios, modelo que se volverá a repetir en la plaza de Alonso de Ojeda. Además, se realiza un ensanche en espacios nuevos, todo alrededor del núcleo ya existente,  dando origen a un plano ordenado, con calles que se cortan en ángulos recto y que son perpendiculares a grandes ejes que confluyen hacia el centro. Fue un programa urbanístico de gran alcance y que dotó a nuestro pueblo de un plano realmente moderno. Cabe decir que la topografía del terreno contribuyó a ello.



En la actualidad, las posibilidades de ensanche a continuación del plano existente están limitadas por el cinturón que forman los cerros. Sin embargo, una vez que se  salvó el obstáculo del río con la construcción del puente, en torno a 1930, se ampliaron nuevos espacios de crecimiento, no sólo a partir del barrio de San Juan, conocido como las Casillas, sino dando lugar a nuevas urbanizaciones en el eje que forma la carretera de Trujillo.


(Continuará...)

Texto: Antonia Loro Carranza
Guadalupe Rodríguez Cerezo.

4 comentarios:

  1. Muy interesante, deseosa de leer el siguiente capítulo, que espero sea muy pronto!!!

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  2. Me ha apasionado esta primera entrega.
    Deseando leer la segunda.
    Bien descrito y fiel a la realidad.
    Gracias por ofrecernos la posibilidad de conocer mejor los orígenes de nuestro pequeño gran pueblo : Madrigalejo.

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  3. Impresionante, me ha dejado sin palabras, seguro que esto nos ha hecho pensar en otros recuerdos que estamos deseosos de averiguar su pasado.

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  4. Muchas gracias por vuestras palabras, que nos animan a seguir publicando

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