jueves, 7 de marzo de 2024

UN EJEMPLO DE ARTE EFÍMERO. MONUMENTO DE JUEVES SANTO

 


Existen dos tiempos fuertes en la religión cristiana: Navidad, en la que se celebra el nacimiento de Cristo, y Semana Santa, con la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor. Concretamente en la liturgia católica de Jueves Santo, la Eucaristía tiene un lugar muy destacado, en la celebración de la Última Cena. Y para ese día se levanta en los templos un monumento al Santísimo Sacramento.

El monumento es una exaltación del Cuerpo de Cristo. Consiste en un montaje levantado para guardar las formas consagradas durante la tarde de Jueves Santo hasta la tarde del Viernes Santo. Su finalidad es crear un contexto adecuado para que los fieles adoren la Eucaristía. Por todo el esmero que se pone en su montaje, el monumento puede ser considerado un ejemplo de arte efímero.

En Jueves Santo se consagra un gran número de formas para poder dar la comunión a los fieles que se acercan a recibir la Eucaristía en la celebración de la Última Cena y en los Santos Oficios de Viernes Santo, porque los cánones litúrgicos no contemplan celebrar misa ni consagrar desde Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual del Sábado Santo.

Las formas consagradas que no se consumen en la celebración de la Última Cena, son llevadas en procesión solemne desde el Altar hasta el monumento montado exprofeso para ello. Allí, en un sagrario o en una arqueta portátil, se reserva el Santísimo para ser venerado y velado hasta el momento eucarístico de la liturgia en Viernes Santo, que se traslada de nuevo al Altar para ser distribuido a los fieles asistentes. Después, las formas consagradas que queden se llevan, de una forma sobria y discreta, hasta un lugar reservado en el templo; es el signo de que el Señor permanece muerto en el sepulcro.

Como el monumento va a contener y a reservar al mismísimo Jesús Sacramentado, se procura un gran esmero en su decoración. El sagrario donde se reserva la Eucaristía debe estar en el centro de la composición. No puede haber cruz, ni reliquias ni imágenes. El monumento suele estar decorado con signos alusivos a la Eucaristía o a la Pasión, con flores y luces -velas-. De hecho, tras la celebración de Jueves Santo, el “monumento” es el único lugar del templo donde están presentes las luces y las flores, que contrasta fuertemente con el Altar mayor sin vestir. 

El carácter efímero de estas obras hace que no quede rastro de ellas después de su desmantelamiento y que, sólo a través de fotografías, podamos acercarnos a ellas -siempre en el caso de que se hubieran hecho, y más probablemente en los últimos años-. Por eso, aunque es una tradición con varios siglos de antigüedad, en pocas ocasiones podemos conocer la estética de cada monumento concreto.

En el caso de Madrigalejo, tenemos la suerte de contar con la descripción de lo que se armaba para montar aquellos monumentos del Santísimo Sacramento con anterioridad a 1940, creando una escenografía de gran espectacularidad. La descripción está recogida en el libro Crónicas Lugareñas. Madrigalejo, de Lorenzo Rodríguez Amores:

Por entonces, se colocaban unos grandes telones en el presbiterio, que procedían de un teatro madrileño, que fueron adquiridos por el boticario del pueblo D. Anselmo Delgado. “Se trataba de dos lienzos que lucían una pintura que simulaba la entrada y la galería de un suntuoso palacio romano. El más grande era puesto a la subida del presbiterio y el de tamaño más reducido pasaba a segundo plano. El escenario se completaba con la silueta en madera de dos soldados pretorianos haciendo guardia en la puerta palaciega y sujetos por la alta y hoy desaparecida barandilla. En el fondo de todo, se exponía a Jesús Sacramentado para recibir las acostumbradas visitas, diurnas y nocturnas, de los fieles en un acto de recogimiento para hacer la vela al Santísimo.”[1]

“Era costumbre inveterada que la primera vela la realizasen el señor Alcalde y el señor Juez, entregando sus respectivos bastones de mando para ser puestos, cruzados, delante del tabernáculo, cuya llave exhibirá al exterior y colgada al cuello el párroco, vestido con sus mejores galas de manteo y teja, mientras dure la Exposición. Numerosos cirios ardían junto al sagrario, lo cuales, luego, eran muy solicitados por los feligreses para ser encendidos en sus hogares cuando los cielos se alborotaban con la presencia de una temerosa tempestad de truenos y relámpagos, por la firme creencia de que las velas que habían alumbrado al Santísimo tenían la gracia de apaciguar el firmamento.”[2]

El tabernáculo donde se colocaba el Santísimo todavía se conserva. Fue realizado entre 1909 y 1920 por los hermanos Martínez, carpinteros y ebanistas locales que eran llamados los “Mecánicos”, por encargo el párroco de entonces, D. Fernando Marcos.[3]

Tabernáculo realizado por los Hermanos Martínez

Sin embargo, para colocar toda aquella gran parafernalia, sufrió bastante el precioso retablo plateresco que tenemos en la parroquia. Era claveteado, a martillazos limpios y sin ningún remilgo, con puntas gruesas para sujetar aquellos pesados telones[4]. Y aquellas grandes alcayatas que se le clavaron permanecieron en él hasta que fue restaurado el retablo en 2008.

Más cercano a nosotros es el recuerdo de personas que lo vivieron en los años 50, siendo ya párroco D. José Blanco. El monumento se seguía montando en el presbiterio, delante del retablo, pero desaparece el decorado teatral y se instala una escalinata de madera, al final de la cual, en la hornacina donde habitualmente está San Juan, se coloca el tabernáculo. Cada escalón se decoraba con velas y flores. Las imágenes del retablo se tapaban con telas moradas, igual que todas las demás imágenes de la iglesia. Y también en estos momentos se sigue maltratando el retablo para asegurar la estabilidad de la escalinata.

Y terminamos con fotografías de los monumentos de Jueves Santo de los últimos años:

2018
2021
2022
2023

2024

Guadalupe Rodríguez Cerezo.

 

Biografía y webgrafía:

L. RODRÍGUEZ AMORES: Crónicas Lugareñas. Madrigalejo. Tecnigraf, S.A. Badajoz, 2008. Pág. 290.

http://sacramentalmayrena.org/monumento-al-santisimo/