lunes, 30 de agosto de 2021

CREDENCIAL DEL PEREGRINO A GUADALUPE

 


A finales del siglo XIII, el vaquero Gil Cordero encontró enterrada la imagen de la Virgen de Guadalupe de forma milagrosa. A partir de ese momento, comenzaron a acudir peregrinos hasta el lugar, que iban siendo más numerosos conforme crecía su fama. Desde el romero más humilde, hasta aristócratas y reyes, a lo largo de la historia, multitud de peregrinos fueron a postrarse ante Nuestra Señora a través de numerosos caminos, convirtiéndose el Monasterio de Guadalupe en uno de los grandes centros de peregrinación de la Península Ibérica.


Para fomentar esos antiguos caminos de peregrinación, el arzobispado de Toledo y el monasterio de Santa María de Guadalupe están promoviendo su recuperación. Se está trabajando en 23 itinerarios que, desde distintos puntos de la geografía española, llegan hasta el santuario mariano. Las 23 rutas son las siguientes: Camino de San Antonio de El Tiemblo, Camino Real de Madrid a Guadalupe, Camino de Segovia-San Lorenzo de El Escorial, Camino de Santa Teresa y de los pastores (Ávila), Camino Real de Toledo a Guadalupe, Camino Real de Madrid a Guadalupe hasta las Ventas de Retamosa (con variante de conexión de Camino Real de Madrid con Camino Real de Toledo por cañada real), Camino de Santa María de la Cruz (Cubas de la Sagra), Camino de la Fundación Jerónima (San Bartolomé de Lupiana-Guadalajara), Camino nuevo jareño (desde Talavera de la Reina), Camino de los Montes de Toledo, Vía verde de la Jara y Villuercas (Calera y Chozas), Camino Viejo de Talavera, Camino de Cabañeros (Alcoba de los Montes), Camino de Levante o de la Orden del Sácer (Saceruela), Camino Mineros (Almadén), Camino Descubridores (Cáceres), Camino Visigodo (Alcuéscar), Camino Romano y Portugués (Lisboa-Mérida), Camino Vía de la Plata, Camino Mozárabe (Monterrubio de la Serena), Camino Real de Sevilla, Camino del Monasterio de Yuste y los Ibores, y Camino de Monfragüe y Evangelizadores (Plasencia).


El 19 de julio de 2021, en el Real Monasterio de Guadalupe, fue presentado un interesante documento destinado a potenciar el camino a través de los distintos itinerarios. Se trata de la “Credencial del Peregrino a Guadalupe”, preparada conjuntamente por la archidiócesis de Toledo y el Monasterio de Guadalupe. La presentación tuvo lugar en un acto presidido por el arzobispo de Toledo, D. Francisco Cerro, y contó con la intervención del guardián del Monasterio, Guillermo Cerrato, OFM; la delegada diocesana de Fe y Cultura, Pilar Gordillo, y el delegado para el Cuidado de la Creación, Javier Gómez-Elvira.


La credencial es un documento que certifica el camino recorrido, mediante la estampación de un sello en cada etapa del itinerario andado, hasta llegar ante la presencia de la imagen de la Virgen Morenita. Además, el documento recoge información de las 23 rutas históricas propuestas. La credencial podrá ser sellada en cada una de las parroquias y en otras instituciones por donde pasen los distintos itinerarios. Se podrá adquirir en el Monasterio de Guadalupe, en las sedes de los obispados de Toledo, de Mérida-Badajoz, de Coria- Cáceres, de Plasencia y en la Basílica de Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina. También se puede descargar de la Web del Jubileo www.guadalupejubileo.com

Cuatro de esos caminos históricos atraviesan Madrigalejo: el Camino Romano y Portugués (Lisboa-Mérida), el Camino Vía de la Plata, el Camino Mozárabe (Monterrubio de la Serena) y el Camino Real de Sevilla. La presencia de la Iglesia de Guadalupe en nuestra localidad desde tiempos muy tempranos, con su importante hacienda y la Casa de Santa María, así como el paso constante de peregrinos, hicieron de Madrigalejo un enclave histórico en el camino a Guadalupe. Y en la historia de España por la puerta grande entramos gracias a uno de esos viajeros más ilustres, el rey Fernando el Católico, que en su último peregrinar se quedó en el camino, pues falleció en la Casa de Santa María de Madrigalejo el 23 de enero de 1516.


Por esta razón, Madrigalejo no podía faltar en el acto de presentación de la “Credencial del Peregrino a Guadalupe”. Y allí estuvo representado por su Alcalde, D. Sergio Rey Galán, y la Asociación Cultural Fernando el Católico, que ha participado en la documentación e información de la etapa que corresponde a nuestra localidad. 




lunes, 9 de agosto de 2021

CENTRO DE INICIATIVAS TURÍSTICAS DE MADRIGALEJO. 1975.


Entre los papeles que celosamente guardaba mi padre, he encontrado el acta fundacional y el proyecto de reglamento del Centro de Iniciativa y Turismo de Madrigalejo, con fecha de 12 de abril de 1975. Los Centros de Iniciativas Turísticas (CIT) son asociaciones sin ánimo de lucro destinadas a la promoción y desarrollo de las actividades turísticas y a la defensa del patrimonio cultural, con ámbito generalmente local o comarcal. Sin duda, la iniciativa de crearlo en Madrigalejo tenía como referente el CIT de Trujillo.

El CIT de Trujillo se creó el 28 de octubre de 1968 y fue el antecedente de la actual “Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura”, pues la actividad central del CIT trujillano fueron los “Coloquios Históricos”, que nacieron en 1971[1]. Por tanto, se cumplen ahora 50 años de su creación. Y desde los primeros “Coloquios Históricos de Extremadura”, Madrigalejo estuvo presente en ellos con el trabajo presentado n 1971 por mi padre, Lorenzo Rodríguez Amores, titulado “La Casa de Fernando el Católico en Madrigalejo”, un trabajo reivindicativo del estado ruinoso en el que se encontraba entonces la Casa de Santa María.

Acta fundacional del CIT de Madrigalejo

Precisamente, entre sus fundadores, tenían muy presente el lamentable estado en el que se encontraba la histórica casa y, además, querían potenciar el hecho de la muerte de Fernando el Católico en nuestra localidad.

Así lo dice en su acta fundacional: “...Considerando que esta población puede y tiene posibilidades de ser núcleo o zona para la promoción del turismo en ella y su zona de influencia por haber fallecido en ella el Rey Fernando el Católico, porque está situada geográficamente en ruta de la provincia de Cáceres para el acceso a los pantanos de Orellana, García Sola y Cijara, en los que abunda toda clase de pesca y además se practican ya muchos deportes náuticos y porque también en la comarca, debido a la transformación de terrenos de secano en regadío, prolifera mucho la codorniz y otras aves para la práctica de la caza (…) acordaron por unanimidad la creación o fundación del CENTRO DE INICIATIVAS TURÍSTICAS DE MADRIGALEJO (…)

La relación de socios fundadores fue la siguiente: Pilar Carrero Gutiérrez, Simón García Carranza, Luis Rodríguez García, Julián Arroyo Carranza, Andrés Rodríguez García, Manuel Fernández, Magdalena Sánchez Rodilla, Eulogio Recuero Cerezo, Carmen Álvarez, Magdalena Viñuelas Soto, Inés Mª Serrano, Virilo Naharro Moreno, Josefa Recuero Cerezo, Gonzalo Gómez Lozano de Sosa, Ana Mª Cerezo, Josefa Sojo Cano, Manuel Pérez, Josefa Rodríguez Cerezo, Lorenzo Rodríguez Amores, Francisco Roldán Cuesta, Francisco Flores y Francisco Cabrera.

La primera junta directiva del CIT de Madrigalejo fue:

PRESIDENTE: Lorenzo Rodríguez Amores.

SECRETARIO: Josefa Sojo Cano.

VICEPRESIDENTE: Magdalena Sánchez Rodilla.

TESORERO: Julián Arroyo Carranza.

CONTADOR: Francisco Flores.

VOCAL 1º: Magdalena Viñuelas Soto.

VOCAL 2º: Andrés Rodríguez García.

VOCAL 3º: Inés Serrano.

VOCAL 4º: Manuel Pérez.

VOCAL 5º: Manuel Fernández.

Proyecto de reglamento para el CIT de Madrigalejo

El proyecto de reglamento era lo que hoy llamamos estatutos. Constaba de 6 capítulos:

El capítulo I trata de la denominación y sus fines; el capítulo II es sobre los socios; el capítulo III aborda la reglamentación del régimen interno; el capítulo IV atiende a la reglamentación de los cargos; el capítulo V incluye los acuerdos del CIT (cuotas, financiación, presupuestos, fondos sociales…), y, en el capítulo VI, se encuentran las disposiciones generales.

Me ha parecido interesante que nos detengamos en los fines del CIT de Madrigalejo. Así, en el artículo II del capítulo I, aparecen especificados de esta manera:

-La atracción de forasteros, procurando, a estos, toda clase de facilidades, a fin de que su estancia les resulte grata.

-Proporcionar a los turistas que visiten Madrigalejo los datos que puedan serles de utilidad para el mejor conocimiento de su jurisdicción.

-Fomentar el excursionismo.

-Difundir el conocimiento de sus características en arte, arqueología, bellezas naturales, manifestaciones folklóricas, etc. por los medios de propaganda que estime conveniente. La propaganda gráfica o escrita que se proyecte, deberá someterse a la aprobación de la Dirección General de Promoción del Turismo.

-Cooperar a la organización de fiestas, excursiones y demás certámenes.

-Formular iniciativas cerca de entidades públicas y privadas para acrecentar las bellezas de todo orden de su jurisdicción y proponer las mejoras necesarias o convenientes en servicios públicos que el turista haya de utilizar, sobre los cuales ejercerá una acción vigilante y continua.

-Establecer relaciones con organismos análogos.

-Asesorar al organismo turístico estatal en cuantos asuntos le sean sometidos por el mismo.

En definitiva, se trataba de promocionar turísticamente la localidad de Madrigalejo y, con ello, incentivar el conocimiento de nuestro patrimonio, ya fuera artístico, arqueológico, cultural, histórico, su naturaleza o su folklore. Llama la atención que cualquier tipo de propaganda debía estar sometida a la aprobación de la Dirección General de Promoción del Turismo. No olvidemos que estamos en 1975, todavía en tiempos de la Dictadura, y los organismos oficiales controlaban todo tipo de asociacionismo.

Programa de actuación

Con los documentos anteriores, también se encuentra un guion base sobre las actividades que se iban a desarrollar inicialmente y su programa de actuación futura, que estaba basado en seis pilares: actividades culturales, actividades deportivas, espectáculos, promoción de zona turística, relación con organismos y actividades religiosas.

Los objetivos de las actividades culturales eran la organización de la biblioteca, del coro de la iglesia, de una rondalla y de un grupo de teatro, además de potenciar los coros y danzas y una cátedra de la sección femenina. Las actividades deportivas estarían encaminadas a la organización del equipo de futbol, el control y organización de la piscina, de campeonatos de natación, de tenis, tenis de mesa, etc., así como crear un club de vela y otro para realizar excursiones. En la sección de espectáculos, estaría realizar un programa de teatro, la programación de fiestas y un baile semanal en la piscina. La promoción de zona turística se enriquecería con la excavación de Lacipea, la restauración de la casa de la Casa de Santa María (entrando en contacto de la Institución Fernando el Católico, perteneciente a la Diputación de Zaragoza) y apoyar la Ruta de la Hispanidad (Camino a Guadalupe). Y, por último, en las actividades religiosas, entraría la promoción de nuestro patrón.

Exterior de la Casa de Santa María antes de su restauración.

Interior de la Casa de Santa María antes de su restauración.

Toda esta documentación fue enviada a la delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo, concretamente a la Dirección General de Ordenación del Turismo.

Lástima que no prosperara la iniciativa

Como se ha podido ver, era un proyecto ambicioso y con gran visión de futuro.

En los Coloquios Históricos de Extremadura celebrados ese mismo año -1975-, dos socias fundadoras del CIT de Madrigalejo presentaron un trabajo en colaboración titulado “Mujeres de las crónicas trujillanas”, firmado por Josefa Rodríguez Cerezo y Magdalena Sánchez Rodilla. Y en esos años en los que se estaba peleando para dar soluciones para el lamentable estado en el que se encontraba la Casa de Santa María, el CIT fue otra fuerza de apoyo para intentar que fuese declarada Monumento Nacional y para procurar tan necesaria restauración.

Fueron 22 los socios fundadores, entre los que se encontraba el alcalde, D. Francisco Roldán Cuesta. Mujeres y jóvenes estuvieron muy presentes tanto en su fundación como en los cargos de su junta directiva. Algunos de aquellos jóvenes pronto abandonarían Madrigalejo para seguir en otros lugares su vida profesional y familiar. Además, el CIT se creó en un momento en el que se iban a iniciar importantes cambios políticos en nuestro país y esta asociación aún no estaba lo suficientemente asentada para asimilar las profundas transformaciones que se iban a producir.

Sin embargo, a pesar de su corta existencia, el CIT de Madrigalejo ejerció una gran labor dinamizadora de la vida socio-cultural de Madrigalejo.

 

Guadalupe Rodríguez Cerezo