lunes, 18 de diciembre de 2017

ROGATIVAS EN TIEMPOS DE SEQUÍA


De forma directa o indirecta, el mundo rural se encuentra muy determinado por el tiempo atmosférico. De tal manera es así que, antaño, los labradores se fijaban en los indicios que pudieran predecir la proximidad de la ansiada lluvia (por la puesta de sol, por la dirección del viento, por la disposición de las nubes a la salida del sol, por el comportamiento de los animales, etc.) e intentaban pronosticar con las cabañuelas, si el agua pudiera venir a tiempo o a destiempo a lo largo del año. Los agricultores de hoy, con medios mucho más fiables, consultan la predicción del tiempo a través de internet para planificar sus tareas, o para atisbar la entrada de algún frente por el oeste, con la esperanza de que traiga la necesitada agua en época de sequía. Porque la lluvia, según cuándo o cómo descargue,  quita o da cosecha.

Las precipitaciones bien repartidas son un elemento clave para obtener buenos rendimientos de la tierra en los años con un régimen pluviométrico normal. Si existe déficit hídrico en una campaña, se va produciendo una merma en la cosecha, más o menos severa, según las circunstancias. El labrador, a fuerza de costumbre, solía compensar los beneficios de unos años con las pérdidas de otros, además de poder contar con la ayuda del Pósito Agrario en tiempo de carestía, y que después estaba obligado a devolver con las creces*. Pero cuando se encadenaban varios años sin llover lo suficiente para sacar adelante las cosechas, cuando se asentaba la “pertinaz sequía”, llagaba el hambre y la desnutrición a la población, aumentando la mortalidad. Esta circunstancia se ha venido repitiendo cíclicamente a lo largo de la historia y, si bien en la actualidad los efectos no son tan dramáticos como antaño (porque se han puesto tierras en regadío, por las ayudas de la P.A.C, y por los seguros), las economías de las zonas rurales se siguen resintiendo en los años de sequía.

En aquellos periodos en los que se enlazaban varios años secos, la situación llegaba a ser tan angustiosa que, a la población, solo le quedaba la esperanza de encomendarse al Todopoderoso impetrándole su piedad en forma de lluvia. Salía entonces el vecindario haciendo rogativas, sacando las imágenes a los campos, al son de canciones y oraciones, con lamentos y peticiones.

La mirada al cielo cuando se necesita agua para la cosecha es tan antigua como la misma Agricultura, y en Madrigalejo tenemos la certeza documental, en el siglo XVI, de una petición en un momento crítico para los campos de nuestra comarca en un año seco. En el documento al que nos referimos consta que el concejo de Acedera acudió hasta Madrigalejo suplicando a Nuestro Señor enviase aguas. Esto sucedió en la campaña de 1575/1576, en la que se debió padecer una penosa sequía**.

Cristo de la Victoria (fotografía anterior a 1992)          

       Si desde la cercana localidad de Acedera se desplazaron hasta Madrigalejo a presentarle a Nuestro Señor sus plegarias, debía ser porque, en nuestra iglesia o en alguna de sus ermitas, se veneraba de una forma especial a alguna imagen, a la que ya en otras ocasiones se le hubiese implorado que mandase la necesitada lluvia. También puede ser que hubiese sido adquirida recientemente alguna imagen nueva. En la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Madrigalejo se conservan en la actualidad dos tallas de Cristo Crucificado de estética gótica y, ante cualquiera de las dos, por su antigüedad, los vecinos de Acedera bien pudieron presentar sus súplicas. La de menor tamaño está tallada en madera, una madera que está muy oscurecida debido al paso del tiempo y necesitada de una restauración. Y nos inclinamos a pensar que la imagen a la que se refieren los documentos sea la otra, el Cristo de la Victoria, puesto que, tradicionalmente, ha sido sacada en procesión para hacer las rogativas en periodos de sequía junto con la imagen de la Virgen de las Angustias, que ya es de época posterior.

Cristo Crucificado pequeño.


El Cristo de la Victoria es una talla en madera policromada que representa a Cristo crucificado en un tamaño algo inferior al natural, datado en el S. XVI***. Es una imagen muy querida en Madrigalejo y es sacada en procesión por sus cofrades en Jueves Santo y Viernes Santo. Si bien la Cofradía del Cristo de la Victoria es de reciente creación –fundada en el año2000-, en tiempos pasados la imagen debió estar a cargo de alguna hermandad, puesto que, en documentos fechados en 1866 y 1892 se hace referencia al Santísimo Cristo de los Hermanos****.

Cristo de la Victoria     


           Ya de estilo barroco es la imagen de la Virgen de las Angustias. Se trata de una escultura muy pequeñita, que es cargada por los niños cuando procesiona en Semana Santa. Es la Virgen titular de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, donde ocupa su lugar en el camarín abierto al retablo. A ella se dirigen las plegarias del estribillo y algunas de las tonadas que se cantan en las rogativas, y que, junto a otras estrofas dedicadas al Cristo de la Victoria y al Niño de la Bolita, son la expresión de la fe popular, pues, como decía San Agustín, “quien canta, ora dos veces”. 


Virgen de las Angustias

ESTRIBILLO
Agua, Virgen pura,
angustiada Madre,
agua te pedimos,
lluvia saludable.

Si por nuestras culpas,
Señora, no llueve,
agua por los niños,
que culpa no tienen.

En algunas versiones, se canta “angustiadas madres”, convirtiéndose en sujeto de la oración, sustituyendo al vocativo “Angustiada Madre”.  Y es que son las mujeres, de forma generalizada, quienes se acercan a hacer las súplicas, en su condición de madres, por el bien de sus hijos.

ESTROFAS

¿Quién es aquella Señora
que viene por aquel alto?
Será la Virgen María
que viene a ver estos campos.
¡Oh Virgen de las Angustias!
¿Qué quieres que te traigamos?
Una florecilla seca,
que verde no la hallamos.
¡Oh Virgen de las Angustias!
¿Qué tienes en esa ermita?
Una fuente de agua clara,
los campos la necesitan.
No consientas Virgen pura
que los pobres animales
tengan que lamer la tierra
y que perezcan de hambre.
¿Qué es aquello que reluce
por cima de la Custodia?
¿Será la Virgen María
que va a por agua a la Gloria?
Al Cristo de la Victoria,
le venimos a rogar,
que nos conceda la lluvia,
que hay mucha necesidad.
Entre cuatro labradores,
le sacaron de su casa,
para que vea los campos,
la necesidad que pasan.
Detén Señor ese brazo
de la Divina Justicia,
no deis el golpe tremendo
que merece la malicia.
Agua por esos cerritos
agua por esas cañadas,
que se secan los triguitos,
la avena y la cebada.
La cebada va ya seca,
el trigo espiga y no grana,
envíanos el rocío
Madre de Dios Soberana.
Las nubes traen el agua,
se la vuelven a llevar,
nuestras culpas son la causa
de tanta necesidad.
Estaba el Niño con la Bolita,
pidiendo al Cielo Agua Bendita.
Agua Bendita, agua de Gloria,
dámela pronto, misericordia.
Aunque ya nos vamos,
no nos despedimos,
que si hoy no llueve,
        mañana venimos.*****

Esta canción, que se canta en las rogativas, está compuesta por una serie de estrofas que siguen el esquema de las coplas populares: cuatro versos que riman de forma asonante el segundo con el cuarto, mientras que el primero y el tercero están libres de rima. Conforman la mayor parte de las estrofas versos de ocho sílabas, a excepción del estribillo y la copla final, que son hexasílabos, y la dedicada al Niño de la Bolita que son decasílabos.

En su condición de Madre que sufre, se suplica a la Virgen de las Angustias que mande la necesitada agua apelando a la inocencia de los niños, al mismo tiempo que se asume el sentido de culpa como causante de la sequía. El sentido de culpa como causa de las desgracias es una reminiscencia del Antiguo Testamento. También a los discípulos les costó despojarse de ella cuando preguntaron a Jesús, refiriéndose a un ciego de nacimiento, ¿quién pecó, este o sus padres? (Jn 9,2). Es un sentimiento que ha llegado casi hasta nuestros días el de tener la imagen de un Dios justiciero en lugar del Dios Padre Misericordioso que nos muestran los evangelios, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos e injustos (Mt 5,45).

El sentido de culpa, aparte del estribillo, también se aprecia en varias de las coplas:
 *Al Cristo de la Victoria se le pide que detenga el brazo de la Divina Justicia, aunque estaría merecido por nuestra malicia.
*Si las nubes portan agua y se la llevan sin descargarla, es a causa de nuestras culpas.

Las alusiones a la sequía y a su efecto sobre el medio de vida de las gentes del lugar son constantes:
*La Señora que viene por aquel alto es la Virgen que viene a ver los campos.
*Ofrecen a la Virgen una florecilla seca, porque verde no se encuentra.
*Los campos necesitan agua y la Virgen tiene una fuente en su ermita. (En realidad, no hay fuente ni pozo en la ermita).
*El ganado necesita el agua para beber y para que crezca la hierba que les sirve de alimento. Si no hay hierba, sólo podrán lamer la tierra los animales.
*Los labradores no pueden sacar buenas cosechas sin el agua necesaria, por eso sacan al campo la imagen del Cristo de la Victoria para que vea in situ la realidad de la sequía.
*La importancia de los cereales en la economía local es más que patente al pedir agua para el trigo, la avena y la cebada.

Ermita de Nuestra Señora de las Angustias.       

Las súplicas van dirigidas a la Virgen de las Angustias y al Cristo de la Victoria, imágenes que, como hemos visto más arriba, están perfectamente identificadas entre el conjunto de tallas que conserva la parroquia. Pero hay una estrofa que va destinada al Niño de la Bolita. El Niño de la Bola responde a la iconografía de Jesucristo en edad infantil, con una bola del mundo en su mano como símbolo de poder sobre el orbe. La imagen más famosa que responde a esta iconografía es el “Niño Jesús de Praga”. Actualmente no existe ninguna talla en la iglesia de Madrigalejo que responda a esta iconografía y, sin embargo, ¿por qué se cantaba esa copla?
Llama la atención que sea la única estrofa de versos de diez sílabas. ¿Acaso es una copla importada de otro lugar? Por otro lado, los mayores del lugar, no hace tanto tiempo, en “La Carrerita”, llamaban al Resucitado, El Niño. ¿Podría ser que “La Carrerita” se corriese con una imagen del Niño de la Bola antes de que la parroquia pudiera adquirir la imagen del Resucitado, y que por alguna circunstancia aquella imagen se perdiera? Son solo preguntas que no tienen respuestas y que nos gustaría conocerlas.


Imagen de Cristo Resucitado.        

La última estrofa no es una despedida, todo lo contrario. Es una invitación a seguir insistiendo, con machaconería:
*Aunque ya nos vamos, no nos despedimos, que si hoy no llueve, mañana venimos.
La petición insistente hasta lograr lo deseado recuerda a la parábola del juez injusto, que hizo caso a la viuda, no tanto porque tuviera derecho a su dictamen, sino para que dejara de molestarle (Lc 18, 8-8).

Con la certeza de ser escuchados, en 1995 se hicieron las últimas rogativas en Madrigalejo. En 1994, la escasez de reservas en las presas del plan Badajoz llevó a la decisión de que solo se regaran 5 has. por explotación. Como el año también vino sin lluvias, en la campaña de 1995 no se pudo regar. Y el otoño también se estaba presentando seco. Ante el cariz que estaban tomando las cosas un grupo de vecinos se dirigieron al párroco, D. Julián Sánchez López, y le pidieron que se hicieran unas rogativas. Hubo un triduo en la iglesia y, el último día, la imagen del Cristo de la Victoria fue sacado en procesión por el tramo que el canal de Orellana toca tangencialmente el casco urbano. Y, en ese invierno, se llenaron los pantanos hasta tener que abrir las compuertas.

¿Estaría en consonancia con los tiempos actuales volver a hacer rogativas impetrando la lluvia? Imposible. Por dos razones. Una, porque actualmente todo lo esperamos resolver con los medios técnicos, y si no lo resolvemos, tenemos mecanismos para minorar la crisis, como los seguros agrarios o el recurso a papá Estado. Otra, porque nos falta la fe que tenían nuestros mayores y sabemos que es la fe que “mueve montañas”. 

Guadalupe Rodríguez Cerezo.


Bibliografía

-Memoria Vivida. La labranza. Asociación Cultural Madrigalejo 2016- Fernando el Católico –V Centenario.
-S. IZQUIERDO G. BÁRCENA: “Nombramiento de autoridades y otros cargo municipales de San Sebastián de los Reyes en los siglos XVII y XVIII”. XLII Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. Diputación Provincial de Burgos. Burgos. 2017.
- L. RODRÍGUEZ AMORES: Crónicas Lugareñas. Madrigalejo. Tecnigraf editores S.A. Badajoz, 2008.
- Informe  de  la  restauración  del  Cristo: taller  de  restauración  Virgen  del  Rosario. Restauración de  obras  de  arte. Holguera (Cáceres).



*S. IZQUIERDO G. BÁRCENA: “Nombramiento de autoridades y otros cargo municipales de San Sebastián de los Reyes en los siglos XVII y XVIII”. XLII Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. Diputación Provincial de Burgos. Burgos. 2017. Pág. 319.
**L. RODRÍGUEZ AMORES: Crónicas Lugareñas. Madrigalejo. Tecnigraf editores S.A. Badajoz, 2008. Pág. 101. El documento citado está recogido en la Colección de copias de documentos del Archivo de Trujillo de D. Federico Acedo. Signatura, legajo nº 2.
***Informe  de  la  restauración  del  Cristo: taller  de  restauración  Virgen  del  Rosario. Restauración  de  obras  de  arte. Holguera (Cáceres).
****L. RODRÍGUEZ AMORES: Crónicas Lugareñas. Madrigalejo. Op. cit. Pág. 300.
***** Las coplas de las rogativas han sido proporcionadas por Ramona Velarde y por Mª Antonia Moreno.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL ESCUDO DE LOS RR.CC. EN LA CASA DE SANTA MARÍA


No cabe duda de que la Casa de Santa María situada en Madrigalejo es un lugar emblemático porque en ella murió y firmó su último testamento el Rey Fernando el Católico. Para ser exactos, lo que en Madrigalejo llamamos casa de Santa María sólo es una sala rectangular de unos 100 ms. cuadrados y en la que tuvo lugar el óbito del monarca el día 23 de enero de 1516.  A comienzos de los años 80 del siglo pasado, dicha casa amenazaba ruina y gracias al mecenazgo de Hidroeléctrica Española, ahora Iberdrola, pudimos conservarla. Bajo su patrocinio fue restaurada y decorada por el arquitecto D. Miguel de Oriol, quien por medio de símbolos expresados en azulejos talaveranos, nos da una pequeña lección de historia. Entre esos símbolos hoy vamos a comentar el escudo de los Reyes Católicos que, situado en la pared frontal de la sala, es lo primero que vemos al entrar en ella.

Interior de la Casa de Santa María.

Hoy en día nos parece muy actual la fuerza de la imagen y, a menudo, solemos decir que “una imagen vale más que mil palabras”. Sin embargo, la fuerza de la imagen ha sido utilizada por el hombre en todos los tiempos, siendo especialmente efectiva cuando la mayor parte de la población era iletrada. Por ello, al margen del componente simbólico que cualquier escudo pueda tener (representando un país, un territorio, una institución…), las imágenes que conforman dicho escudo nos están hablando, y mucho.

Antes de adentrarnos en su comentario, debemos hacer una salvedad inicial: hasta el siglo XVIII no hay un escudo específico para España, sino que el escudo que representa a todos los españoles es el de las armas del Rey que reina en ese momento histórico y, en cada uno de los cuarteles en que se divide, se representa el símbolo de un territorio sobre el que el monarca ejerce su soberanía. El de los Reyes Católicos fue acordado por ambos en la “Concordia de Segovia”, el 15 de enero de 1475, primer acto de gobierno conjunto.

Blasón dividido en 4 cuartetos.         

Observando el escudo representado en la Casa de Santa María llama la atención el hecho de que las figuras que ocupan los cuarteles están repetidas: en el 1º y 4º se encuentran las armas de la Corona de Castilla, formada por los reinos de Castilla y  León, simbolizados por  un castillo almenado el primero y por  león rampante el segundo. En los cuarteles 2º y 3º podemos ver las armas de la Corona de Aragón, constituida por los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca y el principado de Cataluña,  representados conjuntamente por las barras de Aragón (sobre campo de oro cuatro palos de gules). En estos mismos cuarteles, junto a las barras de Aragón, encontramos las armas del reino de Sicilia, con un cuartelado en sotuer (cuatro cuartos en aspa),con los cuatro palos en los cuartos verticales y el águila de sable picada en los horizontales. Este hecho- el duplicado de armas- es único en la historia heráldica. Implica que sobre los reinos que representan reinan dos monarcas a la vez. Dicho de otra manera, el mensaje visual que nos envía este escudo es la UNIÓN DE REINOS realizada en las personas de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Es la primera forma de organizarse la nación española, consistente en que cada reino mantiene sus leyes o fueros tradicionales y todos tienen en común la figura del monarca. El escudo se completa, en su entado en punta, con la figura de la granada que fue añadida tras la conquista del reino Nazarí en 1492. En lo que respecta a Navarra, sus cadenas no aparecen en el escudo de los Reyes Católico porque su incorporación a la unión de reinos, producida en 1515, es posterior a la muerte de Isabel.

1º y 2º cuadrante, que son igual que el 4º y 3º cuadrante.

Granada en el entado en punta.



Seguimos mirando el escudo. En su timbre lleva una corona real abierta y el conjunto está sostenido por el águila de S. Juan. Ambos son símbolos de poder y respeto. La corona es un objeto exclusivo de reyes y emperadores y el águila ya significaba poder y fuerza en el imperio romano, asociada al estandarte de las legiones. El hecho de que en el escudo de los Reyes Católicos figure el águila de S. Juan y no el águila imperial, como es lo habitual, fue decisión personal de Isabel, quien ya antes de ser reina la había incorporado a su escudo, quizás por su devoción a S. Juan evangelista o porque quiso impregnar de religiosidad el ejercicio del poder. Este águila normalmente va nimbada de oro, pero en el caso que nos ocupa lleva corona abierta de rey con lo que el escudo está doblemente coronado. La impresión visual que nos transmite su figura es la de un águila joven, arriscada, llena de arrogancia, con voluntad de poder. Ambos símbolos (corona y águila) expresan claramente el objetivo que los monarcas tienen desde el comienzo de su reinado: construir un ESTADO MODERNO, en el que el poder del monarca no esté fragmentado en manos de los señores como estaba siendo lo habitual desde la baja Edad Media, sino que se concentre en manos de los reyes. Esta es la tendencia general en Europa, lo que ocurre es que España se adelanta a su tiempo.

Corona real abierta del timbre del escudo.       

Construir el Estado Moderno requiere tomar una serie de iniciativas para desmantelar lo existente y construir todo un sistema nuevo, lo que en gran parte se hizo en Castilla en las Cortes reunidas en Toledo en 1480. Lo primero de todo fue apartar a la nobleza del poder, para lo  que se crea una serie de instituciones que hacen presente el poder del Rey en todo el Territorio. La más importante de todas, el Consejo Real vinculado directamente con el poder ejecutivo; la Audiencia o Chancillería, alto tribunal de justicia; se reorganiza la hacienda pública; se estructura un nuevo sistema de gobierno municipal... Todas las instituciones estarán dirigidas por funcionarios, juristas y bachilleres, personas preparadas que ejercen el poder en nombre del rey desplazando a los magnates. Con relación al ejército, las mesnadas señoriales de carácter medieval fueron sustituidas por los mercenarios, soldados de profesión,..

Cabeza del águila coronada.

Para hacer estas reformas, los monarcas contaron siempre con el apoyo de las ciudades, dirigidas por la pequeña nobleza y la incipiente burguesía. Serán ellas las que estén representadas en las Cortes y las que controlen el poder del Rey mediante el voto de subsidios o impuestos extraordinarios, así como exigiendo al Rey que jure lealtad a los fueros o leyes tradicionales. De esta  manera el rey no tendrá un poder absoluto. A este tipo de gobierno posteriormente se le dará el nombre de Monarquía autoritaria.

Y hay que hacer una salvedad: en la Corona de Aragón, Fernando II tuvo poco éxito en el intento de establecer la monarquía autoritaria, en gran parte porque las ciudades están dirigidas por oligarquías muy apegadas a sus tradiciones y a su poder y poco amigas de novedades. Sólo hacer referencia a una institución nueva que tendrá gran importancia en el futuro, la figura del Lugarteniente General o Virrey. En la Concordia de Segovia arriba citada, Fernando se compromete a vivir en Castilla, por lo que tendrá que elegir a personas que le representen en cada uno de los reinos de su Corona. Esa será la función de la institución antes citada y que, posteriormente, será decisiva para ejercer el poder en América.

Divisas del escudo de los RRCC: el yugo y las flechas.

Por último, las divisas personales de los reyes los encontramos en la parte inferior, a diestra y a siniestra, que nos remiten a los juegos galantes de la Edad Media. El yugo con el nudo gordiano cortado, de Fernando, es el homenaje a su esposa Isabel, jugando con las iniciales de “Yugo” e “Ysabel”, que en la grafía de la época se escribía con “Y”. Pero también es la expresión del criterio de actuación de Fernando: la razón de estado, porque tanto da cortar que desatar. Asimismo, las flechas son el homenaje de Isabel a su esposo, con la común “F” en las iniciales de “Fernando” y de “Flechas”.
Antonia Loro Carranza.
Guadalupe Rodríguez Cerezo.

martes, 17 de octubre de 2017

MADRIGALEJO Y EL RÍO RUECAS


Aunque en la actualidad veamos al río Ruecas como un elemento más de nuestro paisaje y lo contemplemos con la añoranza de una belleza pasada que ya no tiene, es justo reivindicar la importancia que tuvo durante siglos y siglos para los vecinos de nuestro pueblo.


Sin duda, el emplazamiento de Madrigalejo está determinado por el río Ruecas. Cuando una comunidad buscaba el lugar idóneo donde establecerse, el primer factor que tenía en cuenta era la cercanía del agua. Nuestros antepasados eligieron este punto concreto, primero, porque estaba situado a la vera de un río, el Ruecas, estableciendo sus viviendas sobre unos pequeños montículos para que permanecieran a salvo de sus riadas, y además, tuvieron en cuenta que pudieran atravesarlo cómodamente a través de un anchuroso vado, que hoy ha desparecido. Y en el vado, colocaron las pasaderas: una serie de grandes piedras dispuestas en hilera, por donde se cruzaba el río dando trancos de una a otra, sin necesidad de mojarse. Unas pasaderas que también han desaparecido.


Hasta no hace mucho tiempo, la vida de los vecinos de Madrigalejo giraba en torno al Ruecas. Desde siempre, el río fue el gran abastecedor de agua para el vecindario. Aunque se contaba para el suministro humano con las fuentes de la Carizosa, de los Grifos y, la más reciente, de la República, las aguas del Ruecas eran generalmente de uso doméstico y potable, a excepción de las épocas de las grandes crecidas, en las que el agua bajaba embarrada, de color chocolate, y en la estación estival, cuando el agua dejaba de correr y se estancaba.



Si el tiempo lo permitía, un día a la semana, las mujeres se pasaban el día en el río haciendo la colada. Útiles imprescindibles para la tarea eran el cesto de mimbre, el batidero de madera y el jabón casero. Conforme iban lavando, tendían al verde la ropa enjabonada (método tradicional para quitar las manchas y blanquear la ropa) para después aclarar y tender. Mientras lavaban, tenían puestos los esqueros; con ellos atrapaban los peces que, al llegar a casa, cocinaban para la cena. 


El río Ruecas también constituía el medio de vida para varias familias que se dedicaban a la pesca. Sus finas aguas que bajan de las Villuercas eran garantía de pescado de muy buena calidad y, además, había mucha abundancia de peces. La tarraya, el trasmallo, el esquero, el garlito, incluso, la caña, eran los medios que utilizaban para hacer su trabajo. Los pescadores o peceros se conocían palmo a palmo todo el río, cada una de sus tablas: la tabla Caballona, la del Estrecho, de Los Tuertos, de la Opea o de la Jopea, de los Pinos, de la Campana, de la Musena… En estas tablas pasaban el día los patos caseros, los cuales, al llegar el atardecer, regresaban todos en fila, sin despistarse ninguno, cada uno a sus casas de procedencia, sin nadie que los guiara.

En su ribera, los hortelanos cultivaban sus huertos y sus huertas, de donde se abastecían de hortalizas (lechugas, cebollas, ajos, berenjenas, tomates, pimientos, berzas, rábanos…) y de frutos de las arboledas (ciruelas, granadas, naranjas, higos y brevas, membrillos…), regados por el agua sacada de las norias. También eran las aguas del río Ruecas las que movían las grandes piedras de los molinos harineros: el molino de Arriba con más de ocho siglos de antigüedad y actualmente en ruinas, y el molino de Abajo, construido en el siglo XVIII y totalmente desaparecido desde finales del pasado siglo. 


¿Y cómo no iba a servir el río también de asueto y esparcimiento? Sus tablas era el lugar de baño en las calurosas tardes de verano… los más habilidosos se entretenían en coger peces “a cueva”… ¡Cuántas merendillas no se habrán comido en sus orillas…!¡Cuántas caídas en los palos de la risa!¡Cuántos frites en los Pinos!...  Pero también, ¡Cómo se asustaba a los más pequeños con que, si no se portaban bien, venía el pez mulo de la Tabla Caballona…!


Y viendo la situación actual del Ruecas a su paso por Madrigalejo, seguro que los que conocimos el río en sus buenos tiempos lo añoramos. AÑORAMOS sus aguas cristalinas, tan limpias; el royal y el verde, uno a cada lado del río en la zona de las pasaderas; las tablas, alguna con pez mulo incluido...


Demos un paso más: SOÑEMOS. Soñemos en recuperar de él lo que podamos. Soñemos vivamente porque, a veces, los sueños se cumplen…y HAGAMOS. Hagamos lo que esté a nuestro alcance para presionar a quien proceda  para que se acometa, de una vez por todas, la recuperación del río Ruecas. Estamos convencidos de que se puede.

Asociación Cultural Fernando el Católico.

Las fotografías que aparecen han sido cedidas por Inmaculada Ruiz del Árbol, Antonia Loro Carranza y familia Rodríguez Cerezo. 

martes, 3 de octubre de 2017

MARCHA SOLIDARIA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA

19 de octubre de 2014


Se acerca el Día Internacional dedicado al “Cáncer de Mama” y, como cada 19 de octubre, este año también saldremos a la calle con nuestros pañuelos rosas para mostrar nuestro apoyo a las personas que han sufrido,  sufren y sufrirán esta enfermedad. Yo soy una de ellas.

           Por ello, en 2014, fui la encargada de redactar y leer el manifiesto en la III Marcha Solidaria contra el Cáncer de Mama, que celebramos en Madrigalejo. Comparto a continuación las palabras que, aquel 19 de octubre de 2014, dirigí a los presentes:

19 de octubre de 2013


“El 19 de octubre de 2012 se celebró aquí, en Madrigalejo, La primera Marcha Solidaria contra el Cáncer de Mama. Aquí estuve como uno más, consciente de que este tipo de iniciativas es una gran ayuda para sensibilizarnos de la importancia que tiene la detección precoz del cáncer de mama, y en solidaridad con todas las mujeres que habían sufrido en sus propias carnes esta cruel enfermedad. Recuerdo perfectamente aquel día.  Iba de las últimas en la marcha que discurrió por diversas calles del pueblo. También recuerdo cómo me conmovieron, lo mismo que a todos los presentes, las palabras de Mª José, mujer valiente que con gran coraje ha superado la enfermedad.

Y aunque de vez en cuando nos planteamos que nos puede tocar a cualquiera, no podía imaginar que lo tuviera tan cerca… Cuatro meses después, el 19 de febrero de 2013, me diagnosticaron cáncer de mama.


En ese momento, el mundo se nos cayó encima. Y digo se nos cayó porque, a mi lado, estaban los que me querían. Estaba mi marido, que lo sufrió conmigo y sufrió conmigo; estaban mis hijos, mi familia, mis amigos… En esas circunstancias se piensa en todo y de todo. Pero sobre todo se piensa en las personas más cercanas, especialmente en nuestros hijos. Y es que ¡la palabra cáncer es tan terrorífica…! 

19 de octubre de 2013


Pero hoy estamos aquí para hablar de esperanza. De esperanza porque hay tratamientos que están curando el cáncer de mama; son tratamientos duros y agresivos, pero que curan. De esperanza porque tenemos la suerte de disponer de un personal sanitario que si grande es su profesionalidad, grande es también su humanidad. De esperanza porque contamos con unas campañas de detección precoz del cáncer de mama que contribuyen a que se pongan los medios antes de que esté demasiado avanzada la enfermedad. De esperanza porque hoy día las mujeres estamos alertas y, ante el menor indicio, nos ponemos en manos de los médicos. Y de esperanza porque la sociedad está sensibilizada con este mal y buena muestra de ello son los diversos actos que se celebran contra esta lacra, esta marcha solidaria y nuestras aportaciones para que se siga investigando en alcanzar mejores tratamientos.

También hoy es un día de homenajes. Homenaje a todas las mujeres que han sufrido, sufren y sufrirán esta enfermedad. Homenaje a tanta mujer luchadora. Homenaje a todas y cada una de esas mujeres que, aunque lucharon con todas sus fuerzas, no pudieron vencer en tan dura lid. Homenaje a esas mujeres valientes y luchadoras que han logrado superar la enfermedad y han sido un ejemplo y esperanza para las que hemos venido detrás. Homenaje para las mujeres que en estos momentos están en tratamiento: todo nuestro apoyo y nuestra fuerza para ellas. Y también homenaje a los familiares y cuidadores, a los más cercanos a estos enfermos, por su cariño, por estar ahí, por su apoyo incondicional, por sufrir con ellos… 

19 de octubre de 2014

No quisiera terminar estas palabras sin tener un recuerdo especial para todos los enfermos de cáncer, de cualquier tipo: que luchen con todas sus fuerzas, que estén llenos de esperanza, que tengan gente que les quiera a su lado, que se dejen querer y, sobre todo, que vivan, que la enfermedad también es vida… Si sois creyentes, rezad por ellos, porque también necesitan la fuerza de la oración.

Y no me queda más que dar las gracias a la Asamblea Local de la Asociación Española Contra el Cáncer, organizadora de este evento, al Ayuntamiento de Madrigalejo por involucrarse en esta causa y  a todos los presentes por habernos acompañado en esta marcha solidaria.”

Guadalupe Rodríguez Cerezo.