Se acercaba el fin del siglo XX y las
procesiones de Semana Santa, en Madrigalejo, iban languideciendo paulatinamente.
Cada vez era más difícil encontrar portadores para los distintos pasos. No faltaban fieles concentrados en la puerta de la iglesia para
acompañar a las imágenes en las noches de Jueves Santo y Viernes Santo, pero en su
mayoría eran de edad avanzada para llevar tanto peso sobre sus hombros. Para evitar que dejaran de salir las procesiones por falta de cargadores, se construyeron nuevas andas
que llevaban ruedas. De esta forma, ya con menos esfuerzo, se aseguraba que los
pasos de Semana Santa salieran cada Jueves Santo y Viernes Santo. Así se celebraron las procesiones en los últimos años del siglo pasado.
Penitentes saliendo de la iglesia en el Viernes Santo de 1955.
Pero
allá por el año 2000, un grupo de personas, a quienes les dolía que se perdiera
nuestra tradicional Semana Santa, crearon la “Cofradía del Cristo de la
Victoria”. A ella se apuntaron muchos jóvenes y, para acompañar al Cristo, una
banda de música. Al año siguiente, fue un puñado de mujeres quienes se
reunieron en torno a la imagen de la Virgen Dolorosa y decidieron fundar la “Cofradía de Nuestra
Señora de los Dolores”, sin duda, en estos momentos, la más numerosa. Después
vino la “Cofradía del Nazareno”. En pocos años, consiguieron dar la vuelta a
una tendencia y revitalizar las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo. Los cofrades, vestidos de túnica,
cargaban los pasos; se hicieron andas nuevas; al son de trompetas y tambores se
organiza la procesión; cada paso va precedido de los estandartes de su
cofradía; hay un mayor esmero en la decoración floral y en la iluminación de
cada uno de los pasos; se han restaurado imágenes; se han renovado accesorios
como coronas, mantos, tronos, faroles, etc. Sin duda, las cofradías han sido la
fuente de renovación de nuestra Semana Santa.
Sin
embargo, había todavía un paso que no tenía un grupo estable que se hiciera cargo de él. Se trataba del “Santo
Entierro”, que solo procesionaba en Viernes Santo. Es la imagen más moderna de la Semana Santa madrigalejeña: un Cristo
yacente colocado dentro de una urna de cristal. Fue adquirido por la
Parroquia de San Juan Bautista en 1949 por suscripción popular. Como la aportación de los fieles no alcanzó la cantidad necesaria para saldar el coste de la imagen, el Ayuntamiento contribuyó abonando la diferencia, según fue
acordado en el Pleno Municipal del día 1 de mayo de 1949. Como curiosidad, en
esa misma sesión, también se hace constar que se había requerido a la agrupación
musical de la localidad para que, con motivo de la Semana Santa, tocaran en las
procesiones y, por esta razón, se acordaba darles una gratificación de 200
pesetas. Lo que demuestra que la música de pasión era parte importante de la Semana Santa de Madrigalejo.
El Santo Entierro procesionando en el Viernes Santo de 1954.
Volviendo al Siglo XXI, cuando las tres
cofradías ya estaban formadas, el paso del Santo Entierro parecía estar
marginado con respecto a los demás. En este contexto, allá por 2006, entre el párroco, D.
Alfonso Raúl Masa Soto, y la presidenta de la
Asociación de Amas de Casa, Rosi Arias, convinieron en que esta asociación se hiciera cargo de él, para su ornato y
preparación, así como para sacarlo en procesión. Así lo hicieron durante dos
años; pero por diversas circunstancias no se continuó con esta labor. A partir de aquellos años, comenzó una bonita costumbre. En Sábado Santo, la Virgen de los Dolores vela a su Hijo muerto a sus pies- la imagen del Cristo yacente del Santo Entierro-, en el presbiterio de nuestra
iglesia. La composición, levemente iluminada, destaca entre la oscuridad que lo circunda. De esta forma, se invita a los fieles a hacer oración ante
el Sepulcro de Cristo.
Sábado Santo. Oración ante el Sepulcro de Cristo.
Después
de la Asociación de Amas de Casa, fueron los miembros de Cruz Roja local
quienes se encargaron del Santo Entierro durante algunos años, para lo que se construyeron unas andas y así sacarlo a hombros. Sin embargo, esta solución tampoco tuvo continuidad. El paso volvió a quedar sin nadie encargado de él. Entonces, un grupo de
personas se comprometió a sacarlo cada Viernes Santo, en las andas portadas con
ruedas y vestidos con la discreción que aporta el color negro.
Este
grupo de personas fue el germen que dio lugar a la fundación de la
“Cofradía del Santo Entierro”, que comenzó su andadura en la Semana Santa de 2018, y se suma a las otras tres cofradías de pasión. Es una buena iniciativa, pues asegura la continuidad de nuestras tradiciones y de la expresión de la
fe popular. Por ello, deseamos una larga vida a esta nueva hermandad.
Es
de justicia agradecer todo el esfuerzo que hacen las cofradías para que, cada
Semana Santa, las procesiones luzcan en todo su esplendor. Están haciendo un
trabajo excelente. Y, desde aquí, me gustaría hacer un llamamiento para
revitalizar, como se ha hecho con el Jueves Santo y Viernes Santo, nuestra
tradicional y querida “Carrerita”, que está decayendo lentamente.
Guadalupe Rodríguez Cerezo.
Las
fotografías han sido proporcionadas por:
-Rosi
Arias.
-Familia
Moreno Hortet.
-Familia
Rodríguez Cerezo.
-G.
Rodríguez.
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